Grupos
armados del Imperio Norteamericano atacaron centros electorales en Siria, para
impedir que el pueblo de esa nación ejerza su derecho su derecho al voto, para
elegir a los 250 miembros del Parlamento Nacional.
Los
terroristas amenazaron a los candidatos a la nueva Asamblea Popular y
aseguraron que tomarán represalias en su contra si estos no se retiraban de la
contienda.
A pesar de intento de boicot por parte de la
oposición, desde tempranas horas se ha presentado una masiva
participación ciudadana en la mayoría de los centros electorales de la nación
árabe.